Precuelas, secuelas, remakes y burdas copias
Viendo “Ghost in the shell” uno no puede evitar pensar cómo
los creadores de Matrix han podido ser tan poco sutiles a la hora de coger
prestados tantos elementos de la película japonesa. Con “Paprika, detective de
los sueños” pasa lo mismo, se imagina uno al sobrevalorado de Christopher Nolan
pensando: “¡Bah!, malo será que nadie vea esta película”. Y es que la historia
del cine está llena de estos “préstamos masivos”. Leone hizo su trilogía del
Dólar a costa de Akira Kurosawa, Alfred Hitchcock basó su “Vertigo” en “Él” de
Buñuel y terminaré “disparando” a otro mito, Woody Allen, quien en sus “Días de
radio” tomó mucho de la española “Historias de la radio”.
Pero ojo, copiar no es el problema, ni mucho menos. Se
pueden adaptar las mismas historias una y otra vez aportando algo nuevo, ésa es
al fin y al cabo la historia del arte. Muerte, amor, retratos, bodegones… temas
y géneros a los que se vuelve una y otra vez intentando aportar algo nuevo. Pero
no creo que sea el Despertar de la fuerza un ejemplo de ello. Ésta adopta tanto
de sus predecesoras que me cuesta ver en ella algo más que una burda copia. El
tono retro conseguirá atraer el aplauso y beneplácito de un público nostálgico
que no busque nada más que ver lo visto, sentir lo sentido y poder pensar que
como lo de antes no hay nada. Apenas se aportan elementos nuevos en detalles
secundarios que ni pretenden ni consiguen tomar peso alguno. Partiendo de este
punto es difícil alcanzar grandes logros cinematográficos. No le pediría jamás a
Abrams que “tomara” elementos de otros hasta crear algo nuevo y original, él no
es Tarantino, pero le pedía algo más que este remake con adornos.
“El despertar de la
Fuerza” intenta claramente evitar el camino seguido por las horribles precuelas
de los midiclorianos, “jarjarbinks” y contradicciones respecto a la trilogía
original varias, pero termina siendo algo más parecido a un remake que a una
digna continuación. Aunque no todos deben de ser palos para la segunda
trilogía, ésta al menos tenía la honradez de buscar un camino diferente, Lucas
no pretendió autoreferenciarse constantemente (aunque en la Venganza del Sith
lo hizo en cierta medida)
Citaré los diez primeros parecidos que se me pasan por la
cabeza y que me hicieron pensar que estaba viendo la enésima remasterización y
tuneo absurdo del episodio IV:
1 Un mensaje escondido en un simpático droide que se
comunica a través de sonidos.
2 El droide cae en un planeta desértico. Los chatarreros del
lugar lo encuentran. En ese planeta habita el joven protagonista que sin lazos
familiares que le impidan irse se anima a vivir un viaje iniciático fuera de su
planeta.
3 De la mano de un personaje adulto/maestro que guardaba una
espada láser, el joven/aprendiz conocerá la fuerza.
4 Un misterioso y viejo jedi, quizá una leyenda, que vive
como un eremita.
5 Los tres protagonistas son jóvenes. Una chica de armas
tomar y dos chicos. Un gran piloto, un futuro jedi y un granuja con mucha labia.
6 Uno de los protagonistas terminará la película moribundo
pretendiendo crearnos la incógnita de si muere o no antes de la próxima entrega.
7 El malo va vestido de negro, tiene voz cavernosa y una
máscara que oculta su rostro. Se muestra duro y aterrador con todos salvo con un
segundo malo, su maestro, ante quien muestra pleitesía y que sólo se nos muestra
a través de un holograma.
8 Han, Chewie y el Halcón Milenario haciendo y diciendo
las mismas cosas que hace 38 años.
9 Un planeta/satélite es el arma total de los malos. Un
fallo absurdo de diseño hace que finalmente ésta resulte ser una chufla. Por tercera vez nos la dan con la Estrella de la Muerte.
10 Un anciano y pequeño personaje hará que el joven jedi dé
sus primeros pasos en el aprendizaje de la fuerza.
Estos y otros elementos aislados por un lado, y la
estructura usada para contarnos la historia por otro, anulan casi cualquier
posible sorpresa. Aunque lo intenten con líos de árbol genealógico y giros (no)
inesperados, se hace muy difícil hacer algo nuevo cuando se es tan fiel al
punto de partida.
Estamos frente a una “Nueva Esperanza” actualizada, que ni
es nueva, porque nos sabe a vieja, a conocida, ni es una esperanza, porque nos
hace temer dos nuevas entregas de simple rescate de elementos y personajes ya
conocidos. Podríamos tomarla como la enésima edición especial en la que Lucas
una y otra vez empeoró las películas originales.
Por último aclarar dos cosas:
1 La cinta tiene cosas positivas, pero prefiero no
enumerarlas, mírate la peli y descúbrelas, serán dos horas divertidas y no me
odiarás mucho si me culpas de haberla visto.
2 Dentro de esas cosas nuevas que aportan Kasdan y Abrams y
que antes descalifiqué tenemos memeces al por mayor. La verdad es que casi era
mejor que copiaran todo si me apuras.
Han
Solo dispara sin mirar a los stormtroopers, y claro está, estos mueren. Se empeora
pues, la criticada por poco creíble victoria de los ewooks sobre las fuerzas
imperiales, los peluches al menos apuntaban.
La
fuerza ahora se conoce y domina en cinco minutos. No hay midiclorianos, pero se
desprecia y desmitifica el dominio de la fuerza, pasa de ser uno de los momentos
épicos en la trilogía original al enésimo chiste en “El Despertar de la Fuerza”
Un sith
poderoso tiene la misma destreza del sable laser que un encargado de limpiar
letrinas en la nueva estrella de la muerte y un jedi recién iniciado tiene el
mismo nivel que ambos, en fin. Cordura por todos los lados.
El malo
de la peli es un adolescente emo y atormentado que no pidió haber nacido y odia
la vida. Roza el ridículo. En cuanto a la sorpresa final, la muerte de Han, es
liosa y está fatal explicada. Los guionistas nos hacen ver que dejándose matar
por su hijo Solo cree poder lograr que abandone el lado oscuro. La explicación
a este particular escapa a mi inteligencia.
El malo
malísimo no logra generar ningún interés, dejando aparte su diseño, gustará o
no, su aparición en próximas películas nos deparará, imagino, un sucedáneo de
Emperador Palpatine. El diseño es el de uno de los orcos de El señor de los
Anillos.
En la
escena en que Han y Chewie son atrapados por los troopers, quedan liberados
tras certeros disparos de Xwing que acaban con los malos. La potencia y
precisión del armamento del xwing pasa de modo misil a modo bisturí
rápidamente, este punto de la trama, burdo y poco elaborado, hizo revolverse a
varias personas en el cine. Sonrojante.
La verdad es que poco a poco se están cargando un bonito
recuerdo de nuestras infancias. Pero vaya, quienes nos criamos en los 80 con
esos horribles peinados y chándales de colores imposibles no podemos tampoco
irnos tan de dignos, mitificamos nuestra infancia y ya es hora de asumir que
era un poco mierdecilla. Vivamos más el presente y dejémonos de tonterías. Que
la fuerza os acompañe y que Abrams se vaya lejos.
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