¿Qué es la muerte si no un paso clave en la vida?
En 2010, cuando comenzaba la que sería una larga etapa como desempleado del sector del ladrillo, comencé a ponerme las pilas con mi gran afición, el dibujo. Fueron años de estudiar y leer, dedicarle muchas horas a la práctica y ver muchos cómics y álbumes infantiles, además del humor gráfico que me vuelve loco, para aprender de los autores que admiro. En ese tiempo hubo varios proyectos que quedaron estancados por diferentes razones. Pero nada muere, la materia orgánica terminará germinando en otra vida y la energía, ya se sabe, ni se crea ni se destruye, se privatiza para regocijo de peperos y sociatas jubilados de la política.
Hoy muestro lo poco que llegué a desarrollar de un cómic que me resultó muy atractivo por varias razones. El guión lo escribió un viejo amigo al que, aunque apenas veo, me une un cariño especial. Trataba de un tema que siempre me ha apasionado, el nazismo y su desaparición o adaptación a una nueva realidad, esta segunda teoría es en la que más creo, y es que nada desaparece sin dejar rastro. Poder hacer por fin un cómic "serio" era algo que me ilusionaba especialmente, años después sigo con la espinita clavada.
Por primera vez me enfrenté a un encargo, por primera vez sentí que trabajaba con alguien/para alguien y por primera vez tuve en mis manos un guión de cómic en condiciones.
Os dejo las dos primera páginas a lápiz, no son gran cosa, casi 6 años después, veo errores y miedos por todos lados. La tercera imagen es ya con la idea de color que tenía en mente, aunque era tan sólo una prueba. No son ninguna maravilla, pero fueron un paso previo a todas las cosillas interesantes que fueron llegando en esta versión 2.0 de Josiño, alejado de obra y haciendo lo que realmente me hace feliz y disfrutar de la vida.
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