Cuando entré en el instituto era un niño triste, temeroso y apagado. Mi maldita melancolía y mi miedo a los cambios comenzaba a anunciarme en lo que me estaba por llegar. En mi instituto, el Monte das Moas, tuve la suerte de encontrarme con un grupo de profesores y alumnos que me ayudaron a madurar, a ser más feliz y a sentirme integrado desde el primer día. Aquellos niños, en mi mente siempre lo serán, fueron unos ángeles que me ayudaron a elevarme más arriba de los nubarrones que me impedían ser feliz, gracias a ellos vi la luz del sol y pasé cuatro años maravillosos. Recuerdo especialmente a cuatro chicos geniales, uno de ellos por desgracia ya no está entre nosotros.
Pero hoy subo el dibujo de una de aquellas niñas. La vi este verano y tuve una de las agradables conversaciones que tenemos desde que recuperamos el contacto gracias al facebook. Le contaba mis penas de mi regular 2014 y ella tuvo palabras de ánimo para mi. En fin, chica de los rizos, que mucha fuerza y muchos besos del "Litri" ;)
Pero hoy subo el dibujo de una de aquellas niñas. La vi este verano y tuve una de las agradables conversaciones que tenemos desde que recuperamos el contacto gracias al facebook. Le contaba mis penas de mi regular 2014 y ella tuvo palabras de ánimo para mi. En fin, chica de los rizos, que mucha fuerza y muchos besos del "Litri" ;)
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