Estudié la carrera carrera de arquitectura técnica, uno de esos infiernos, de esas pruebas, que el destino nos pone delante para demostrarnos que el tiempo finito que tenemos en la tierra puede dilapidarse en medio de un lodazal de mediocridad académica, malditos profesores de medio pelo. Teníamos una absurda asignatura, Equipos, donde aprendíamos chorradas de maquinaria ya obsoleta, unas de esas monstruosidades de acero se llamaban, Angledozer y Tiltdozer, varios amigos pensábamos que era un gran nombre para una banda de metal.
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