No sé muy bien quién recibiría esto, pero sí, es una felicitación navideña que hice para una amiga que curraba en aquel momento en Casas Novas, la movida de hípica que tiene montada en Arteixo el humilde y ajeno a los focos, Amancio Ortega, y su hija Marta, la que empezó desde abajo en Inditex, cosiendo en Bangladesh botones para prendas del imperio de su papi.
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