En mayo de 2013 me hicieron un encargo diferente. Por primera, y espero que única vez en la vida, tardé mucho en entregar un pedido. Realmente no se habló de plazo de entrega, pero dos años y medio, desde luego, no entraba dentro de los planes del menda ni del "cliente".
Un coruñés morriñento quería combatir su exilio en Madrid con un cuadro en el que se viese su mar y su Monte Alto natal . Sería un "cuadro grandote" de los de colgar en el salón.
Los retrasos llegaban de mano de la confianza con el cliente. Pero además se acumuló el miedo a la técnica, a las dimensiones de la pieza, el ciclo de ilustración que me tuvo ocupado durante dos laaaaargos cursos, varias aventuras y desventuras a nivel personal (4 mudanzas desde entonces que acabaron conmigo), varios encargos que me hicieron postergar una y otra vez el proyecto y un largo etcétera de esos que se usan de muletilla facilona.
Finalmente, una vez que mi cabeza logró calmar varios demonios, me agarré a los pinceles, poco a poco nos fuimos llevando mejor, y terminé soltándolos lo justo para que simplemente tuvieses que acompañarlos, pincelada arriba, pincelada abajo. Parimos juntos algo bastante cercano a lo que tenía en mente, que no es poco.
Acrílico sobre papel imitación a lienzo (90 cm x 50 cm)
Quise reflejar ciertas ideas, volcarme en mis dos colores favoritos, azules y marrones-naranjas, pero paso de dar más la paliza. Quien quiera un cuadro que me avise, conozco a un buen pintor, y además ahora entrega los trabajos en un tiempo prudencial :D
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