Hace una semana quedé con mi amigo Héctor, amante del cine y de la música, pasiones que nos unieron hace unos añitos. Él me inoculó el amor al jazz de mano del latinjazz, "¡¡que yaaaaa frikazo!!, que para ti no es jazz, pero para mi sí", jajajaja. Yo en contrapartida le inculqué el amor a Woody Allen. Estamos empatados, al menos por ahora. Cuando viví en Ribeira pude conocer un poco más a ese compi de aparejadores, sin duda uno de los muchos amores que me traje del Barbanza, mi segundo hogar. Os decía que habíamos quedado hace unos días, al fin conocí a su hija, la preciosa Sabela, dos añitos ya cumplidos. El caso es que me despido del inktober con un dibujo donde aparezco yo, el calvorota de la izquierda, porque Héctor me pidió que me dibujara a mi mismo junto a su Sabela. "¡Qué coño!", pensé yo, en esa ecuación faltaba alguien, Héctor. Ahí vamos los tres, artista, espero que le guste, espero además que sigan pasando los años con nuestra amistad creciendo, creciendo como su heredera, ojalá Sabela se haga una gran personita como es usted, no me cabe duda de que Mabel y tú trabajaréis duro para que así sea. Bueno, un abrazo, y definitivamente, NO, no soy hipocondríaco :P
Aburiño inktober.
Aburiño inktober.
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