Cuando el Prestige llenó mi tierra de vergüenza negra, tuve la oportunidad de ir a limpiar en varias ocasiones. La playa de Doniños, una playa en Laxe cuyo nombre no recuerdo, y tres largos días en el Cabo Vilano, auténtica zona cero, en donde cada brazada de chapapote que era retirada por los voluntarios era rápidamente ocupada por más y más veneno negro.
Estoy orgulloso de haber ido, intento aportar cuando puedo mis granitos de arena a las causas que creo justas. En su día hice varios dibujines por los apuntes de la carrera, en aquellos días me peleaba con las asignaturas de aparejadores, hoy retomo uno, sencillo, para darle color, negro, a este octavo día de Inktober.
Otros dibujos de este Inktober terminaron con un "amo el cine", hoy acabo con un amo a la naturaleza y amo a mi terruño, Galicia. Y este sí es amor de verdad, del que te quema por dentro y del que te desespera.
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