Con Vero pasamos muchas horas varios aparejatas. Horas de cafeta universitaria, horas de ganduleo. Ella aceptó mi invitación para aparecer en el inktober, me dijo que revisara sus fotos de perfil y que escogiera. Escogí ésta, una foto con su amorcito, con el padre de su hijo. No conozco a su marido, para mí él es tan sólo una imagen en las fotos de Vero. En este caso, como en los de muchos de vosotros, veros felices, radiantes y plenos, al lado de chicos y chicas que, conozca o no, os ayudan a llenar de felicidad vuestros seres, me siento feliz. No puedo hacer otra cosa que sentirme partícipe de esa felicidad, porque con charlas, complicidades o tardes comentando idioteces, me habéis ayudado a hacerme una persona más feliz.
Decidí no dibujar a Vino, el marido hindú y sudáfricano de Vero, decidí dibujar algo que todos conocemos, un corazón enorme. Ojalá todos subamos fotos así de tiernas y chulas al facebook.
Y si a alguien le quedaban dudas, sí, soy medio jipi y un moñas de tres pares de cojones. ¿Pasa algo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario