La vida es una constante búsqueda... y a ti te encontré en la calle.

domingo, 4 de octubre de 2015

Inktober # 4 · Alfred Hitchcock

   Con Vértigo aprendí lo que es una peli romántica, que no ñoña.
   Con Psicosis supe lo que es un auténtico asesino psicópata.
   Con Pero... ¿quién mató a Harry? disfruté de la primera comedia surrealista que me enamoró.
   Con Los Pájaros aprendí lo que se puede sacar de una historia sencilla si se sabe CONTAR.

   Y es que Hitch sabía contar, sabía narrar. Usaba la imagen como nadie, y él y sus macguffins demostraron que ni los diálogos ni el guión necesitaban ser complejos ni geniales cuando sabías crear imágenes que te hicieran disfrutar, incluso en algunos casos demostró que ni tan siquiera eran necesarios.

   Como rodó el diálogo clave del arranque de Chantaje, los paraguas de Enviado Especial, el plano de la alcantarilla  y el del carrusel de Extraños en un tren, la muerte final de Topaz, la escena de la ducha de Psicosis, el sueño y la mano con el revolver de Recuerda, un puto maestro para alguien que disfrute de crear a través de la imagen.

  Me he leído varias biografías sobre el genial rey del suspense, me he visto todas las películas dirigidas por él que se conservan (varias han desaparecido) y, por supuesto, me vi sus 56 películas por orden cronológico. Una chaladura que hice con varios de mis directores favoritos como Woody Allen o los Cohen.
   Simplemente lo amo, me parece un director genial y, a pesar de haber sido una persona bastante despreciable, era misógino, un acosador, bromista hasta el extremo... era alguien por quien sentir compasión y muuucha admiración en el plano artístico.

   Por si te queda dudas, sí, soy un auténtico fanático de Alfred Hitchcock.


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