Mi madrina, que es genial, siempre me ha regalado muchas cosas. Recordaré siempre con especial cariño un regalo que alguna que otra vez me hizo siendo niño, el tradicional huevo de Pascua que regalan los padrinos a los ahijados. Ay el delicioso chocolate, hummm!!! Como no, recuerdo también aquellos pollitos que traían los huevos, que monos y mitiquérrimos.
A día de hoy soy yo el que regala huevos de Pascua, pero eso ya no es un recuerdo, así que nada, queda para otra :P
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